sábado, 29 de junio de 2024

2023!

Uffff. Por dónde empezar, me gustaría marcar una diferencia muy clara en cuanto a mi forma de trabajar. Este año mi carrera como artista ha cambiado de una forma muy drástica por la razón de que sin darme cuenta me fui volcando cada vez más hacia los clientes en una intención por ganar un poco más de renombre, ya que por sí el dinero no es algo para que está destinado el lado soleado del patio. No porque no desee el dinero, siendo honesto me apasionan ciertos mercados del consumo como cómics, videojuegos y toda esa materia prima de la cual digiero y la uso como combustible para darle vida a mi arte a través de ese picor que siento por crear luego de haber visto alguna serie animada, libro, juego o cualquier otro medio.

La razón verdadera es que disfruto tanto hacerlo que hago, y gracias a Dios tengo tantas cosas para contar que se me hace muy difícil trabajar bajo limitaciones por más mínimas que sean, dando como resultados laburos en los que no siempre me siento pleno al 100% cuando los doy por finalizados. Pero ojo, hace ya tiempo que aprendí a elegir a mis clientes y no tomar todo lo que venga solo por tomar trabajo. Es una enseñanza que puse en práctica, que aconseja solo tomar pedidos que te interesen en realidad, lo que por resultado los trabajos salen más orgánicos y en general sean de mejor calidad, ya que por lo general elijo trabajos que me permiten tener todo el control creativo. Pero esto no fue por sabiduría que ya tenía sino que fue adquirida.

Verán, a principios del año me salió la oportunidad de trabajar para una editorial la cual era muy importante y pagaba muy bien, pero el desarrollo del proyecto fue una de las peores experiencias que me brindó el mundo del arte, al punto de renunciar por primera vez desde que me dedico a esto, porque ya sentía que mi cabeza no soportaba el comportamiento abusivo y tóxico que manejaban estas personas, acostumbradas a sobreponerse autoritariamente sobre los artistas novatos que deciden trabajar con ellos ya sea por oportunidad o por el hecho natural de nuestra economía de que el dinero les vendría muy bien. Pero al menos me abrió los ojos de revisar y medir muy bien si voy a tomar un cliente o no, lo cual me dejó desde entonces solo buenas experiencias con proyectos posteriores. No planeo desarrollar mucho ese asunto porque creo que logré cortar por lo sano a tiempo, lo cual me vino bárbaro para comprender mis límites y necesidades.

Si bien trabajar más que nada para clientes me ayudó a desarrollarme realmente mucho a nivel de producción y profesional, en generar un hábito de trabajo constante y de crear atajos a los proceso de elaboración de una obra para lograr cumplir con fechas y expectativas, creo que este 2023 fue el año en que más obras y proyectos he comenzado y logrado finalizar sin descuidar los eventos culturales que tanto me gustan. También, a nivel de dibujo, siento que hoy en día me siento más capaz que afrontar casi cualquier proyecto de dibujo o pintura que me proponga gracias a la tanta práctica que tuve día tras día, ya sea trabajando para otros, lo que me hacía salir de mis límites de confort y obligarme a fomentar un poco más la imaginación, trabajar la composición, el diseño y soltar la mano. A pesar de todo esto, siento que este camino si bien me nutrió mucho a nivel profesional, fue un error haberme desviado hacia ese camino. Obviamente no estoy intentando ser fatalista con este comentario, sino que mi intención siempre fue otra, que era desarrollar aún más el lado soleado del patio que, por desgracia, el tiempo dedicado a este fue nulo en comparación al de otros años y centrarme en la ganancia no es algo que me interese debido a que tengo mi trabajo personal, el cual invierto parte de mi sueldo en desarrollar lo que más me gusta hacer, que es el arte, y en esta situación nadie puede decirme cómo producir y comunicar mi obra. Trabajar de esta forma hace que me sienta más a gusto cuando pinto, siento que estoy donde quiero estar, en el lado soleado del patio.

En resumidas cuentas, no tengo intenciones de continuar con los clientes, lo que no quiere decir que no vaya a tomar alguno en este año entrante, porque es difícil decir que no cuando alguien te viene con algún proyecto que realmente te interesa o mejor aún cuando el proyecto sale naturalmente de interactuar con alguien más y que eso derive en algo creativo, como decirlo, pero en el buen sentido, no lo entenderían. Ahora sé que estoy listo para retomar el lado soleado del patio en su narrativa luego de haber tomado ese desvío quizás necesario o por curiosidad, pero que salí de él con nuevas herramientas para poder desarrollarlo a un mejor nivel y simplemente siento que al haber probado ambos caminos no me cabe duda que esto no es negocio, es arte.

Aun así, agradezco a todas esas personas que me tuvieron en cuenta ya sea para una remera, una ilustración, una tapa de CD o animación, porque en cada una que participé puse todo mi corazón en ello. Pero el tiempo de volver al lado soleado llegó y por más que algún que otro cliente, seguro de amigos o colegas, tomaré, mi prioridad será mi arte y los proyectos de arte personales míos o en colaboración con algún artista.