En un principio pensé en comenzar esta parte de la crónica con un “tristemente, CASA WILA llegó a su final”. Sin embargo, reflexioné y recordé que fue la propia Ampi quien me invitó a esa noche justamente para despedir ese espacio como se merece: con una buena noche de fiesta y arte. Así que no había razón para ponerse triste, porque todo se va transformando. Además, Tapalqué no queda desamparado, sino todo lo contrario, con la cada vez más fuerte presencia de El Ermitaño, cuya buena salud ya mencioné en entradas anteriores.
Con eso en mente, tomé mis cosas y, junto a unos amigos, nos dirigimos a la ciudad de Tapalqué para compartir con todos los amigos que hemos hecho allí. En mi caso, participé con una pintura digital en vivo, la cual pueden encontrar en YouTube si quieren verla o revivirla. Esa noche estuve acompañado por los grandes músicos de El Manicomio de Tapalqué y por una banda de La Plata que no conocía, llamada “yonilinyero”, quienes le dieron un espectacular cierre a la noche.
Obviamente, la velada continuó con una fiesta para charlar y compartir tragos. Nada más que decir, excepto un enorme agradecimiento a Ampi por estas invitaciones que he disfrutado muchísimo y que me han abierto las puertas a la comunidad artística de Tapalqué, donde ahora cuento con grandes amigos. También agradezco por sumarse a participar en Pueblo Fantasma. Aquí les dejo el trabajo finalizado y el video, por si quieren ver el proceso.
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